En el seno de la empresa, no es inusual que surjan situaciones que deriven en conflictos entre socios. La propiedad de una sociedad mercantil, cuando esta no es unipersonal, suele conllevar la diferencia de intereses entre los distintos tipos de socios: mayoritarios y minoritarios.
La prevención de los eventuales problemas ha de realizarse desde el momento de entrada del socio en el capital, ya sea en el momento de la constitución o mediante la inversión cuando la sociedad ya opera en el mercado. Para ello, es necesario que un abogado experto en pactos de socios pueda intervenir en la documentación de la inversión para salvaguardar los intereses del nuevo socio.
Aún con la existencia de un pacto de socios, se producen a menudo conflictos en la empresa entre los socios.
En caso de conflicto entre socios, los socios minoritarios deben conocer los derechos que les amparan en virtud de la legislación mercantil, los estatutos y los pactos parasociales existentes para evitar abusos de los socios mayoritarios.
Por otro lado, también los socios mayoritarios han de aplicar sus derechos y limitar la conducta obstruccionista de los socios minoritarios cuando existan conflictos entre socios.
Además, cuando en la empresa existe conflicto entre socios, es imprescindible una actividad cuidadosa en las juntas de socios y reuniones del consejo, así como en la redacción de las actas de cara a los eventuales procedimientos judiciales de impugnación de acuerdos sociales, de responsabilidad de administradores, de ejercicio de derecho de separación o exclusión, etc.
La falta de asesoramiento de los socios produce en ocasiones que las inversiones en sociedades se conviertan en estafas a socios. En tal caso, se debería comprobar si la operación es perseguible penalmente o si las acciones únicamente pueden encauzarse por la vía civil.
Antes de invertir en una sociedad mercantil, es recomendable negociar un pacto de socios para su firma en el momento de la constitución, de la ampliación de capital o de la compra de acciones o participaciones. No obstante, no habría ningún problema en firmar un pacto de socios con posterioridad.
Los minoritarios, aunque no tenga capacidad para tomar decisiones de la sociedad sin apoyo de otros socios, pueden individualmente ejercer varios derechos (dependiendo del porcentaje del capital social que ostenten): información, voz y voto, solicitar la celebración de una junta de socios, solicitar la presencia de un notario en la junta, etc.
El mecanismo más habitual es la impugnación de los acuerdos sociales en los cuales se hayan vulnerado los derechos de los minoritarios o se hayan producido una deficiente aplicación de la normativa societaria.
También existe la posibilidad de entablar acciones de responsabilidad contra los administradores de la sociedad.
Los derechos de los minoritarios a menudo son utilizados de manera desproporcionada para entorpecer el funcionamiento de la sociedad. Por ello, en caso de conflictos entre socios, los socios mayoritarios pueden aplicar los límites legales al ejercicio de los derechos de los socios minoritarios, pero deben ser muy cuidadosos para no excederse de lo permitido.
